¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar?
Esa era la pregunta que me venía a la mente siempre que leía un libro de liderazgo o hacia un curso de habilidades blandas y los autores o personas acargo hablaban de la importancia de escuchar y no de oír.
Efectivamente, existe una diferencia gigantesca. Oír es una habilidad que nos otorga nuestro cuerpo. Todos tenemos dos puntos que se llaman "Pabellones auriculares", estos pabellones permiten captar sonidos externos y los envían al oído interno de tal manera que podamos oír. Ahora, escuchar no se trata de algo que el cuerpo, por naturaleza, nos de. De hecho, es una habilidad cognitiva, espiritual y hólistica que usamos cuando estamos interesados en lo que la otra persona está diciendo. Así, escuchar se trata de lograr una concesión humana que trasciende los limites de lo físico.
Lo interesante es que no todos decidimos maximizar esta habilidad. Hoy en día, tal vez por facilísimo, ego, miedo, descuido u otras razones, lo que menos queremos es lograr una conexión profunda con el otro porque lograrla significa que ese otro empieza también a interesarse por quiénes nosotros somos en realidad y esto...paradójicamente puede causar mucha aprensión. Porque como dije, escuchar implica entregarse al otro, generar un nivel de empatía, compartir, abrirse y estar allí por y para el otro, sin juicios.
Por eso siento que para poder escuchar debemos re-aprender y entender que las conexiones profundas y en amor son buenas, que son éstas las que nos ayudarán a crecer como seres humanos. Dejemos el miedo a escuchar nuestros propios pensamientos, nuestras emociones, nuestro cuerpo y de la misma forma dejemos el miedo de escuchar los pensamientos, emociones y cuerpo de otros
Por eso hoy me gustaría mucho cómo trabajar en esa entrega, empatía y sinergia que es escuchar:
1) Trabaja el ego: Es decir el sentido y la necesidad por el protagonismo en un proceso de comunicación.
2) Crece y evoluciona.
3) Respeta, sé generoso y gestiona empatía.
4) Pregunta conscientemente sobre asuntos que la otra persona considere importantes.
5) Expande
"Del escuchar procede la sabiduría,
y del hablar el arrepentimiento"